Por muchos años los consultores han construido desde sus marcas una categoría predecible en la que no se arriesga mucho. Bueno, nos cansamos de eso. Aquí entendimos que desde la creación del universo siempre ha habido una constante: el movimiento. Por eso debíamos desafiar el statu quo para crear una marca dinámica, expandible y adaptable basada en ondas con infinidad de variaciones y colores que permiten expresar lo que queremos sin caer en convencionalismos.